El product placement es constante en todos los eventos y servicios, pero la cuestión se vuelve critica cuando esta va dirigida a los niños ya que ellos, a diferencia de los adultos, que tienen claro lo que significa, no son capaces de verlo igual.
Por ejemplo, los niños de 4 o 5 años no tienen constancia en absoluto del momento donde su programa entra en pausa e inician los cortes comerciales y, por ende, ven eso como un todo. La comprensión de publicidad no aparece hasta los 11 o 12 años, donde se dan cuenta de los trucos que usan los comerciales.
Esto ocurre en los anuncios, pero cuando se analiza la percepción de la publicidad que se camufla dentro del contenido, la cosa se torna mucho más confusa.
Las consecuencias del product placement
Todos estos mensajes ligados a los productos y marcas que aparecen entorno a los niños, tienen un efecto sobre ellos y no solo por como se relacionan con las marcas, sino también por como las consumen.
Según un estudio del Hood Center for Children and Families at Dartmouth Medical School, se analizó el impacto que tiene el product placement de comida en las películas para los niños. El resultado fue que alentaban al consumo de estos productos, lo cual era malo ya que no eran saludables.
Otro estudio enfrentó a dos grupos de niños a la exposición de dos películas infantiles distintas, una con elevado product placement y otra con nivel bajo. Luego se le ofrecieron snacks para consumir. Los niños que habían visto la película con mayor uso de esta técnica acababan escogiendo, influenciados por lo que acababan de ver, los productos menos saludables.
De esta forma, las marcas que se benefician de esta técnica suelen tener un recuerdo de marca mucho mayor y más positivo entre los niños que reciben estos mensajes, según demostró un estudio belga. Además, esto ocurre cuando el contenido patrocinado aparece con mensajes que advierte lo que es, ya que los niños no son capaces de sabes lo que esto implica.
