¡Quiero la bici de Carlos Vives!

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Por Alberto Goachet, Director General de marcas en Fahrenheit DDB

Ya han pasado varios días desde la injustificada tormenta negativa alrededor del video musical de Carlos Vives promocionando nuestra ciudad de Lima. Y me atrevería a pronosticar que, en lugar de volver a celebrar otra campaña exitosa e innovadora por parte de PromPerú, vamos a continuar distraídos en los dimes y diretes desinformados por parte de congresistas y supuestos expertos en la materia. Lamentablemente.

Semanas antes del video de “Mañana” tuve una reunión con Isabella Falco, Directora de PromPerú, responsable de esta iniciativa. La conozco a Isabella de la industria publicitaria desde hace muchos años, y confieso que es una de las profesionales que más respeto. Más aún cuando hace poco más de una década dejó el sector privado para irse al público, puntualmente a PromPerú. Y lo que ha logrado es realmente espectacular.

Isabella fue una pieza importante en la creación de la Marca Perú, símbolo que hoy mostramos con orgullo en polos, stickers, etiquetas, banderas, y hasta tatuajes. Impulsó campañas como Perú-Nebraska, quizá la más premiada en la historia de la publicidad peruana.

Regresando a mi reunión con Isabella, ella me comentaba lo difícil que era promocionar el turismo al Perú al tener vigente la “Ley Mulder” que impide al estado usar medios privados para la publicidad. “Imagínate”, me decía, “tenía campañas con medios en Italia, Francia, España, que ahora he tenido que cancelar. Cuando les cuento que se debe a que el Congreso peruano me impide promocionar a mi país en medios masivos privados, no lo pueden creer”.

En este escenario, donde evidentemente estamos en desventaja con los otros países que compiten con nosotros a nivel de destino turístico, se tienen que pensar en ideas innovadoras y efectivas.

Por eso el video de Carlos Vives es una idea brillante. Si consideramos que una campaña de turismo para promocionar una ciudad o un país requiere una inversión en lo que es producción, no menor de US$250,000 (quien diga US15,000 está literalmente en la luna), y la difusión en medios costaría varios, pero varios millones de dólares, el medio millón detrás de esta iniciativa, que no sólo incluye la producción del vídeo, sino el fee del artista, y la maquinaria de marketing que pone Sony Music detrás, es la mejor inversión que se haya podido hacer.

Fuente: Mercado Negro

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