¿Cómo Luis Miguel nos viene enseñando de Marketing?

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Daniel San Román, gerente de marketing de ISIL.

A días que terminó la primera temporada de la miniserie de Luis Miguel, que se ve por Telemundo en Estados Unidos y Netflix en el resto de Latinoamérica, el fenómeno televisivo nos está dejando algunas lecciones para el futuro. En estos día de contenido por demanda, redes sociales y marketing de contenidos, la miniserie parecer comulgar con todos estos principios logrando brindarle a la carrera del cantante mexicano una inesperada reencarnación de éxito.

Así una gira de conciertos que inició tibia y con presentaciones a medio llenar (a inicios de marzo) desde el estreno de la serie (22 de abril) no ha tenido más que sold outs al punto que ya se ha anunciado una temporada de seis fechas en el Auditorio Nacional de México en octubre, todas agotadas, y seis más en noviembre que aún no salen a la venta. Mientras tanto en Spotify su discografía también ha renacido al grado que tras el primer mes de difusión de la teleserie las escuchas de las canciones de Luis Miguel se dispararon en 194%. Ya no extraña así que todos los domingos la serie se apodere de las redes sociales copando los Trending Topics e invadiendo los timelines.

Pero más allá de hacer una oda a la serie o la estructura de la misma es importante dejar en claro las lecciones que nos brinda desde el punto comercial. Es sabido que la teleserie cuenta con el aval del cantante lo cual evidencia que más allá de una historia estamos frente a una pieza vital de un plan de comunicación en una carrera que hasta hace unos meses vivía en la indiferencia. ¿Tanto así? En el 2017 y 2016 Luis Miguel no brindó ningún concierto mientras que su última gira, la del 2016, tuvo 28 fechas. Números ínfimos si tomamos en cuenta que en lo que va del año el mexicano ya lleva 49 presentaciones y tiene 29 programadas para la segunda mitad del 2018.

En los últimos años nos hemos esmerado en reflexionar evangelizando sobre el marketing de contenidos y aquí tenemos una pieza infalible que ha logrado no solamente revitalizar las ventas y consumo de la música de Luis Miguel en su público objetivo sino que además ha ampliado su masa etaria. La serie hasta el momento ha hecho referencia a los discos del cantante mexicano de 1988 y 1990, años ecuatoriales de la procreación Millennial, difundiéndolos por dos plataformas propias de la generación Y: Spotify y Netflix. Así hoy vemos a padres sentados con sus hijos las mismas canciones y logrando algo inusitado, hasta hace algunos años, uniendo generaciones frente a un televisor en un mismo horario esperando que Netflix libere el capítulo.

¿Qué lecciones nos deja esta historia sobre el famoso marketing de contenidos y que podría aplicarse al storytelling? No se trata de contar historias sino de contar historias que a la gente le importen y que encierren un misterio, un interés. Luis Miguel logró hacer de su vida un misterio y develarlo en pay-per-view.

Fuente: Mercado Negro

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